sábado, 19 de octubre de 2013

PRINCIPIO 90/10


Descubre el Principio 90/10

Cambiará tu vida
(al menos la forma en como reaccionas a situaciones)


¿Cuál es este Principio?

 


El 10% de la vida está relacionado con lo que te pasa..…El restante 90% está determinado por la forma en que reaccionasa eso que pasa.


¿Qué quiere decir esto?
 
Nosotros realmente no tenemos control sobre el 10% de lo que nos sucede. No podemos evitar que el automóvil se descomponga, que el avión se retrase, que nos sorprenda la lluvia, que un automovilista pueda obstaculizarnos en el tráfico.
 
No tenemos control de este 10%. El otro 90% es diferente. Solamente tú lo determinas.
¿Cómo?... Con tu reacción.  
Tú no puedes controlar el semáforo en rojo, pero puedes controlar tu reacción.
 
No dejes que la gente se aproveche de ti. Tú puedes controlar cómo reaccionas.
 
Usemos un ejemplo:
 
  Estás desayunando con tu familia. Tu hija tira una taza de café y salpica tu camisa de trabajo.
Tú no tienes control sobre lo que acaba de pasar.
Lo siguiente que suceda será determinado por tu reacción. 

 
Tú maldices.
Regañas severamente a tu hija por que te tiró la taza encima.
Ella rompe a llorar.
Después de regañarla, te vuelves a tu esposa y la criticas por colocar la taza demasiado cerca de la orilla de la mesa.
.....Y sigue una batalla verbal.
 
Tú, vociferando, vas a cambiarte la camisa.
Cuando regresas, encuentras a tu hija demasiado ocupada llorando terminándose el desayuno y preparándose para irse la escuela. 
Ella pierde el autobús.
Tu esposa debe irse inmediatamente para el trabajo.
Tu te apresuras al coche y llevas a tu hija a la escuela.
Debido a que tú vas tarde, circulas a 40 km/h en una avenida cuya velocidad máxima es de 30 km/h.
Después de 15 minutos de retraso y una multa de tráfico de 300 €, llegas a la escuela.
Tu hija corre a la escuela sin decirte adiós.
 
Después de llegar a la oficina 20 minutos tarde, te das cuenta que se te olvidó el portafolios.
Tu día empezó terrible. Y parece que se pondrá cada vez peor. Ansías regresar a casa.
 
Cuando llegas a tu casa encuentras un pequeño distanciamiento en tu relación con tu esposa y tu hija. 
¿Por qué?
Todo fue debido a la manera en que reaccionaste esa mañana.
 
 







¿Por qué tuviste un mal día?
A) ¿El café lo causó?
B) ¿Tu hija lo causó?
C) ¿El policía lo causó?
D) ¿Tú lo causaste?
 
La respuesta es “D"

Ciertamente, tú no tenías control sobre lo que pasó con el café. 
Fue la forma en cómo reaccionaste en esos 5 segundos lo que determinó el cauce de tu mal día.
 
Te presento lo que debió haber sucedido:
El café te salpica.
Tú hija está a punto de llorar.
Entonces tú gentilmente le dices: 
“no te preocupes, cariño, sólo necesitas tener más cuidado la próxima vez”.
Después de ponerte una camisa limpia y tomar tu portafolios, regresas al comedor, miras a través de la ventana y ves a tu hija tomando el autobús escolar. Ella se vuelve agradecida y te dice adiós con la mano.

¿Notas la diferencia?

Dos escenarios diferentes.
Ambos empezaron igual.
Ambos terminaron diferente.
¿Por qué?
Tú realmente no tienes control sobre el 10% de lo que sucede en la vida. El otro 90% fue determinado por tu reacción.
 
Ahora ya conoces el Principio 90/10.
Aplícalo y quedarás maravillado con los resultados.
No perderás nada si lo intentas.
 
El Principio 90/10 es increíble.
Muy pocos lo conocen y aplican este principio.
¿El resultado?
  …¡Tú lo comprobarás!

Millones de personas están sufriendo de un estrés que no vale la pena, sufrimientos, problemas y dolores de cabeza.
Todos podemos entender y debemos aplicar el Principio 90/10.
 
¡Puede cambiar tu vida!
 
…Disfrútala...
 
Lo único que hace falta es voluntad para darnos el permiso de vivir la experiencia.


Todo, absolutamente todo lo que damos, hacemos, decimos, o aún,
todo lo que pensamos, es un Boomerang. Regresa a nosotros...

Si queremos recibir, aprendamos primero a dar...
Tal vez nos quedemos con las manos vacías,
pero nuestro corazón estará lleno de amor...
Y quienes aman la vida,
tienen el sello de ese sentimiento en un lugar de su corazón…

   Autor: Stephen Covey
 

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